Reflexión nocturna entre las 3:00 y 4:00 a.m.
Haga lo que haga, vaya a donde vaya, salga con quien salga, siempre, pero siempre, siempre, siempre, vas a estar ahí. En un grupo, una canción, un bar en el me dijiste »hola», en una espalda semejante a la tuya; pero no igual, pues es inigualable, en »un chupito más y estoy feliz» en cada chiste malo, en cada risa, en cada punto y aparte; aunque al final sea un punto suspensivo, en cada clase, pasillo, o centímetro que hayas recorrido, en cada vez que haya dicho »ya no» refiriéndome a ti, en cada viernes por la noche que no quito los ojos de de las puertas de los bares, en cada folio en blanco que miro pensando qué podrías hacer con el. En cada noche en vela, por algún que otro auto-engaño de que lo único que siento es nostalgia, o yo que sé… Por cada tranvía que pasa y hace girar mi cabeza de forma automatica a ver si estas. Por todo eso e incluso mucho mas.
Joder. Mira si estoy jodida. Creo que esta noche he brindado por todo eso.
Pero no de brindises va la cosa. Sino de que estoy segura que me voy a ir, y sé que tu eres la razón principal de que lo haga. Para estar lejos de ti. Para dejar esa paranoia de »es una ciudad pequeña, ¿y si… lo veo hoy?» Tras ese definitivo punto y aparte en este blog, aquí estoy; gracias tequila, sacas toda mi creatividad, o al menos parte de ella. Paradoja, paradoja, paradoja. Llevo tanto alcohol encima que ya no se como escribir.
Pero ahí estabas, en tantos lugares, sin estar, y estando a la vez. ¿me entiendes? en una mesa, en un sofá, en una silla, un banco, la esquina de una calle, un asiento… ¿qué más da? no eras tu, solo tu fantasma; aunque a decir verdad, ya no duele, simplemente está ahí, no tiene vuelta atrás. Y cito lo que me llevó a escribir todo esto:
‘¿Cómo te atreves a volver?’
‘Contigo yo me acostumbré a perder,
mi corazón funciona sin latidos’
Y la cosa es que volviste hace mucho, pero no tenia coraje para decir nada. Y ya no es que te quiera, siempre lo haré, me he hecho a la idea, pero no puedes estar presente siempre. Por eso será mejor alejarme.
*cuando esté sobria y consciente lo volveré a editar.*
Feliz cumpleaños, hermana. 24 ya. Y 18 y medio cuidándome. Gracias.